Nota
La denominada hipertensión arterial (HTA), tambien conocida como presión alta es uno de los prinicpales factores que desencadena enfermedades cardio y cerebrovascuales, esto debido a que, la tensión persistente alta genera un transtorno que daña los vasos sanguíneos, es decir, cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear.
En la edad adulta, la tensión arterial normal es de 120 mm Hg1 (milimetros de mercurio) cuando el corazón late (tensión sistólica) y de 80 mm Hg cuando el corazón se relaja (tensión diastólica), considerando asi una presión arterial alta cuando la tensión sistólica es igual o superior a 140 mm Hg y/o la tensión diastólica es igual o superior a 90 mm Hg.
¿La hipertensión presenta síntomas?
Conocida por los especialistas como “la muerte silenciosa” este padecimiento no muestra síntomas, a pesar de ello, en algunas ocasiones, es acompañada por dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor torácico, palpitaciones del corazón y hemorragias nasales, pero no siempre.
¿Porqué un problema de salud?
A nivel mundial, de acuerdo a los datos dados a conocer por la Organización Mundial de la Salud (OMS) “más de uno de cada cinco adultos tiene la tensión arterial elevada, un trastorno que causa aproximadamente la mitad de todas las defunciones por accidente cerebrovascular o cardiopatía. Complicaciones derivadas de la hipertensión son la causa de 9,4 millones de defunciones cada año en el mundo”.
¿Cuál es el riesgo de tener presión arterial elevada?
Como resultado de un aumento de la presión los órganos sufren afectaciones, lo que puede provocar a la larga “un infarto de miocardio, un ensanchamiento del corazón y, a la larga, una insuficiencia cardiaca. Los vasos sanguíneos pueden desarrollar protuberancias (aneurismas) y zonas débiles que los hacen más susceptibles de obstruirse y romperse. La tensión arterial puede ocasionar que la sangre se filtre en el cerebro y provocar un accidente cerebrovascular. La hipertensión también puede provocar deficiencia renal, ceguera y deterioro cognitivo” (OMS, 2015).
¿Cómo prevenirla?
De primera intención es importante conocer nuestros niveles de presión, mediante su toma periódica, acudir con el especialista para llevar a cabo una revisión de nuestro estado de salud, de igual forma es sumamente importante modificar los hábitos del cuidado asumiendo un enfoque preventivo que nos permita evitar desarrollar pademientos; esto a través de una dieta balanceada, hacer ejercicio (siempre preguntando si es el óptimo a nuestro médico) disminuir y dejar el consumo de tabaco y alcohol.
Bibliografía: http://www.who.int/features/qa/82/es/